La Lloca


Yo soy el atlántico que se abre a las américas
Soy una mujer cualquiera.
Una de esas que enloqueció esperando el regreso.

Soy las olas espumosas que se llevaron sus encuentros
Y soy el viento que acaricia su espera.

Yo soy el refugio en tus palabras.
La oscuridad que puebla el recuerdo
y el anhelo de tu olor heredero.

Yo soy la cordillera que se alza majestuosa.
Soy la niebla atravesando tu miedo
Soy tu bienvenida por sorpresa
y la desilusión de tu mirada.

Yo soy todas y cada una de las praderas
de los hermosos valles y colinas.
Soy las montañas de tu cuerpo.
Y soy tu pueblo que te añora
desde el aborto de un momento.

Yo soy el cajón de tus mentiras
el de las medias verdades
Soy la garganta que te aprieta
y el reloj jadeante.

Nunca quise mirar la hora.

Yo soy: demasiado tarde.

Yo soy el anhelo de tu esfinge
y la constelación de tu mirada.
Soy las ilusiones que dejaste
un día más, para mañana.

Soy el engaño del recuerdo
y aquello que creíste
que nunca sucedería.

Yo soy las nubes vergonzosas
suplicando tu perdón

Soy los años cabalgando auxilio
en escenarios de cartón.

Yo soy tu mirada de lado
tus ojos hacia abajo
tu regazo palpitando
y tu temblor bochornoso.

Soy tus mejillas sonrosadas
tu sonrisa más sincera
y esa lágrima que recorre
por fin, el surco de su tierra.

Yo soy Asturias
y soy tu corazón.

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