Te contemplé alejarte.
Cuando te girabas
me di la vuelta.
Retomaste tu rumbo
y recorrí tu espalda.
Bajo la mirada.
Atisbo mi horizonte.
Tú sigues mi silueta
desvanecerse en la arena.
Un suspiro de energía
y me vuelvo a rotar.
Veo tus piernas moverse de allá.
Desisto y me arrastro de nuevo.
Lloras mis curvas.
Ya no me miras más.
Un último arranque.
Te vuelves puntitos en el firmamento.
Las gotas del mar.
Siempre así contigo.
Uno detrás del otro.
Y a la inversa.
Un centímetro de retraso.
Un pequeño desnivel.
Si yo supiera de matemáticas
daríamos juntos la vertical.
Mediana en punto que anochece.
Peldaños del salto que sólo ella
podría mitigar.
Temblorosa serenata.
Punto que interroga.
Ciego órdago a la grande.
Sorda grito tu nombre.
Y ya no se me oye.
Cuando te girabas
me di la vuelta.
Retomaste tu rumbo
y recorrí tu espalda.
Bajo la mirada.
Atisbo mi horizonte.
Tú sigues mi silueta
desvanecerse en la arena.
Un suspiro de energía
y me vuelvo a rotar.
Veo tus piernas moverse de allá.
Desisto y me arrastro de nuevo.
Lloras mis curvas.
Ya no me miras más.
Un último arranque.
Te vuelves puntitos en el firmamento.
Las gotas del mar.
Siempre así contigo.
Uno detrás del otro.
Y a la inversa.
Un centímetro de retraso.
Un pequeño desnivel.
Si yo supiera de matemáticas
daríamos juntos la vertical.
Mediana en punto que anochece.
Peldaños del salto que sólo ella
podría mitigar.
Temblorosa serenata.
Punto que interroga.
Ciego órdago a la grande.
Sorda grito tu nombre.
Y ya no se me oye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario